Impuestos en España | Cómo saber si eres residente fiscal en España

¿Cómo saber si eres residente fiscal en España?

Hay personas que residen en diferentes países, o que pasan ciertas temporadas durante un ejercicio fiscal determinado en uno u otro país y, pueden pasar por alto, a la hora de presentar la declaración de la renta, que existe un IRPF específico según seas residente o no.

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Para comprobar si eres residente fiscal en España hay que acudir al artículo 9 de la Ley de IRPF de la Hacienda pública española, que establece a una persona física como residente fiscal bajo 3 supuestos:

Permanencia de más de 183 días en un año natural en territorio español. Estos 183 días no tienen por qué computarse de manera continua, pueden espaciarse, es decir, se contabilizan las ausencias esporádicas. Además, no contabilizarán como estancia en España las obligaciones contraídas en contratos de colaboración humanitaria o cultural. En el caso de países considerado paraísos fiscales, la administración tributaria puede exigir la acreditación de permanencia en este país durante 183 días en el año natural.

Que estén establecidas en España la base principal de sus actividades o intereses económicos, de forma directa o indirecta. En este sentido la ley entiende el país donde se encuentran la mayoría de tus bienes, inversiones o donde obtengas la mayor parte de tus rentas.

Se presume como residente habitual en España, salvo que se pruebe lo contrario, cuando el cónyuge legal y los hijos menores de edad dependientes de este residan en España.

residente fiscal en España

Si no cumple ninguno de los supuestos anteriores, la persona física será considerada como no residente.

La ley también establece que no perderá la condición de residentes las personas físicas que se establezcan con una residencia fiscal en país o territorio

considerado como paraíso fiscal, desde que notifica el cambio hasta los cuatro ejercicios fiscales siguientes.

En cualquier caso, será necesario demostrar que vive aquí o que tiene sus intereses en el país. Para acreditar la residencia a la administración tributaria suele ser habitual presentar las escrituras de una vivienda, un contrato de arrendamiento, el consumo de suministros básicos (electricidad, agua, gas…) o las transacciones bancarias y financieras para determinar el núcleo principal de sus intereses y actividades económicas.

No obstante, si tiene alguna duda o si desea un asesoramiento fiscal sobre las obligaciones fiscales que tiene como no residente, contacte con nosotros.

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